¿Habrá algo más difícil de alcanzar que el equilibrio? ¿Por qué será que
nos cuesta tanto mantener un punto medio? ¿Será acaso porque nos inculcaron esa
idea tan absurda que consiste en relacionar medio con mediocre? ¿O será que si
no estás con Dios tenés que estar con el diablo?
Uno de los nombres con que se conoce al budismo, es el camino medio. Y
el mismo buda aconsejaba a sus discípulos evitar los extremos.
Él, que conoció el placer y el dolor extremos, sabía que la felicidad es
más probable si uno se mantiene en el centro.
Sin embargo, por algún motivo, seguir ese concepto nos resulta difícil.
Y si llegamos a mantenernos un tiempo, tarde o temprano terminamos inclinando
la balanza hacia un lado o hacia el otro.
Los chinos, desde tiempos inmemoriales, diseñaron estrategias para
mantener el eje y evitar así rodar por la pendiente.
Para ellos, el equilibrio no obstante es dinámico y tiene que ver con la
armonía.
Y esto es muy importante ya que entonces, si nos salimos del eje,
podemos volver a entrar. Por eso es dinámico y no rígido.
La armonía es imposible sin equilibrio. Si la cuerda está floja, no
suena. Y si está demasiado tensa, se rompe. Sólo cuando se encuentra en una
posición intermedia, se alcanza la afinación y con ella la armonía.
Sólo cuando se alcanza la armonía la música se vuelve placentera.
El símbolo que los chinos utilizan para expresar la idea de equilibrio y
armonía es el Tai Chi.
Se trata de un círculo dividió al medio por una línea en forma de S, lo
cual expresa que el equilibrio es dinámico. Si la línea es recta ya no expresa
dinamismo sino inercia. Y la vida, todos lo sabemos, es movimiento.
La sabiduría que se puede obtener contemplando este diagrama es enorme.
Y gran parte de ella, está expresada en dos libros fundacionales del
pensamiento chino: el I ching y el Tao te ching.
Hoy dijimos que los chinos diseñaron estrategias para internalizar el
equilibrio y la armonía. Y una de ellas, es el Tai chi chuan.
La palabra chuan significa puño y por extensión boxeo o el arte de la
lucha. Lo que nosotros conocemos como artes marciales.
En China, todas ellas terminan en chuan: shaolin chuan, pa kua chuan, xing yi chuan...
El Tai Chi chuan, es el arte de defenderse a través del equilibrio de
las energías complementarias: el yin y el yang.
Claro que no sólo para defenderse es necesario el equilibrio, sino
también para mantener la salud. Y por supuesto, las relaciones humanas.
Todo en nuestro organismo (también en nuestro entorno) responde a un
equilibrio.
Equilibrio que básicamente consiste en que las dos fuerzas
complementarias que interactúan en todo fenómeno, se mantengan en armonía.
Sólo cuando hay un equilibrio entre diástole y sístole, el corazón
funciona bien. Cuando los sistemas simpático y parasimpático funcionan por
igual, dormimos bien por la noche y nos mantenemos despiertos durante el día.
Cada sistema en el organismo funciona siguiendo este ritmo binario y en
todos, debe primar el equilibrio.
El Tai Chi chuan, a través de un movimiento circular y continuo, nos
hace fluir ritmicamente al compás del yin y el yang avanzando y retrocediendo,
bajando y subiendo, girando y conduciendo nuestra energía vital con la
dinámica del agua que fluye.
Cuerpo, respiración y pensamiento juntos, unidos y concentrados,
conscientes del movimiento en cada detalle.
La mente en calma y el cuerpo ligero, suave; meciéndose con flexibilidad
y ternura. Casi con fragilidad, pero con una gran fuerza interna.
Quietud mental y movimiento corporal manteniendo siempre el eje. Perder
el eje es perder el equilibrio y perder el equilibrio es caer.
La repetición sistemática hace que el espíritu se fortalezca y
que la mente, serena, internalice el mensaje expresado por el movimiento.
"Lo suave vence a lo duro, como el agua horada la piedra". La
frase es del Tao te ching que también sentencia:
"Cuando el hombre nace es suave y flexible más al morir se vuelve
rígido.
Las plantas nacen suaves y tiernas más al morir se secan.
La suavidad y la ternura pertenecen al reino de la vida, la rigidez y la
dureza al reino de la muerte ".
Sabiduría china, pero de alcance universal.